En un entorno de transformación tecnológica dominado por la creciente adopción de tecnología en el mercado financiero, la seguridad de la información, también llamada seguridad de los datos es esencial para garantizar el crecimiento sostenido de las entidades crediticias. Proteger los datos y salvaguardar la integridad de los sistemas no solo mitiga riesgos, sino que también impulsa la confianza del cliente final, un factor determinante en la competitividad del mercado.
Según estudios recientes, los ciberataques en la industria financiera han incrementado significativamente. Las entidades de Latinoamérica enfrentaron más de 200 mil millones de intentos de ataques cibernéticos en 2023. Esto ha generado una mayor inversión en tecnologías que fortalezcan los protocolos de seguridad y prevengan ciberfraudes. La implementación de tecnología con altos estándares de seguridad se ha vuelto fundamental para asegurar la confianza en las soluciones tecnológicas.
En este contexto, en SIISA mantenemos un enfoque en la mejora continua de procesos de seguridad de la información. Nuestra tecnología evoluciona constantemente, mejorando su defensa y capacidad de respuesta ante amenazas emergentes. Esto no solo incluye la optimización de nuestros servicios de tecnología como el motor de decisiones, el score y los informes comerciales,, sino también el cumplimiento riguroso de estándares internacionales de seguridad.
Estos procesos de seguridad de los datos garantizan que nuestra tecnología cumpla con las mejores prácticas en seguridad de la información, reduciendo riesgos de ciberataques y fraudes. Además, este tipo de procesos seguros permiten que las empresas tecnológicas actúen como un escudo para sus clientes financieros, protegiéndolos de vulnerabilidades que podrían comprometer tanto su operación diaria como su reputación.
En el sector financiero, la confianza en los proveedores tecnológicos es crucial. No basta con que las empresas financieras implementen sistemas de seguridad robustos si sus socios tecnológicos no lo hacen. Por lo tanto, elegir proveedores de tecnología que cumplan con estándares internacionales de seguridad de los datos es clave para mitigar los riesgos asociados a la transformación tecnológica y a la creciente dependencia de las plataformas tecnológicas.